- Venga, dime ... ¿cuál es?: Preguntó.
- Vamos a jurar que todo lo que estemos viviendo, sea para siempre.
- [Con una sonrisa pícara en la cara] Lo juro.: Responde Daniel.
Mientras caminaban luego de hacer dicha promesa, la cual les hizo más felices de lo que son, Daniel para a Raquel, le acaricia la cara y le suelta las palabras que a ella más le gustan, las que hacen que su cara se quede de manera brillante.
- Oye Raquel, he de decirte una cosa.
-Dime Dani ... ¿pasa algo?: Pregunta extrañada.
- Mira ... Para mi eres lo mejor que me ha pasado ahora mismo, cuando me besas haces que me sienta el hombre más feliz del mundo y siento que solo existimos en el mundo tu y yo, porque cuando te abrazo deseo desesperadamente que no te separes nunca de mi lado, hasta de mi vida. Porque yo sin ti no puedo vivir, porque cuando te veo me es inevitable soltar una sonrisa y pensar "Que guapa es". Porque tu sonrisa me cautiva, porque tu mirada me ilumina y tu voz me llena. Porque no paro de pensar en ti las 24 horas del día.
-Dani ... yo siento todo eso y mucho más. Pero todo lo que pienso te lo diré con dos simples palabras. Son cortas, pero intensas, porque a partir de aquí, demostrará todo lo que siento y lo que siento es tanto, que me haces estar a tres metros sobre el cielo. Simplemente, te amo.
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